lunes, 22 de abril de 2013

Jóvenes y drogas.



Los jóvenes y las drogas


La heroína ya no es la droga “oficial de los jóvenes. La cocaína y las drogas de diseño la han desbancado trayendo consigo nuevos problemas. Según los datos más recientes proporcionados por el Observatorio Nacional sobre Drogas español, los jóvenes comienzan a utilizarlas a los 14 años. ¿Cuándo lo hacen? Los fines de semana, y casi siempre, añadiendo alcohol. Puede que sea un chico totalmente normal e integrado en la sociedad: estudia, ayuda en casa, hace deporte... pero de viernes a sábado consume drogas y, aunque parezca imposible, ese consumo esporádico es también muy peligroso.

El peligro de las drogas

Cada vez que un joven recurre a las drogaspara disfrutar de la vida o enfrentarse a sus exigencias, está limitando la oportunidad de desarrollar sus propios recursos. El consumo de drogas induce, por otra parte, acomportamientos "descontrolados" en los que no se miden los riesgos, ni las consecuencias de lo que se está haciendo. 

El principal problema de las drogas es su capacidad de crear dependencia. Todas las drogas presentan esta característica. Aunque se afirma que algunas drogas no generan dependencia física (cannabis, alucinógenos, éxtasis,...), éste es un asunto controvertido. En lo que sí hay unanimidad es en la capacidad de las drogas para provocar dependencia psicológica o emocional. 

Además, muchas de las drogas que se encuentran en el mercado ilegal están con frecuencia sometidas a procesos de adulteración. En estos casos, el consumidor no sabe qué es lo que está tomando y, por lo tanto, se encuentra con unos riesgos añadidos imprevisibles.
Todos los expertos están de acuerdo en que existen diversos factores de riesgo que pueden conducir al adolescente a consumir drogas:

- falta de autonomía en la toma de decisiones

- escasa capacidad crítica ante las presiones de los amigos

- incapacidad para la resolución de conflictos o problemas

- falta de autocontrol

- un sistema de valores poco definido, marcado por una ausencia de responsabilidad en los comportamiento

- baja autoestima

El ambiente en que se mueve la persona también es decisivo a la hora de consumir drogas. Existen ambientes en los que estas sustancias gozan de prestigio social, está bien visto tomarlas, se asocian al ocio y a la diversión, están de moda y, todo ello, facilita su consumo. 

La información que circula en estos ambientes suele estar sesgada de forma que se minimizan los riesgos y se exageran sus ventajas. Sabemos que determinadas ambientales conflictivos o marginales repercuten directamente en el inicio del consumo de drogas.
Los padres tiene un papel clave en la prevención de las drogadicciones. Es en la familia donde se van creando y desarrollando los valores, las actitudes, los hábitos de conducta y los comportamientos que pueden apartar o acercar a los adolescentes a las drogas.

Según la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD), los padres debemos procurar: 

· Mantener una actitud de diálogo constante con los hijos. Escuchar sus opiniones, sus inquietudes, sus problemas por pequeños que nos parezcan, etc. 

· Tratar el tema de las drogas con normalidad, como una cuestión más, abiertos al diálogo, transmitiendo una información objetiva sobre los efectos y sobre los riesgos de las drogas. Para ello es necesario estar informados y, sobre todo, resaltar lo positivo de no tomarlas.

· Desmitificar el consumo de drogas, cuestionando sus estereotipos, los significados que les atribuyen los jóvenes, su uso como bien de consumo, la seducción de las modas, etc. Es fundamental fomentar una actitud crítica ante las incitaciones al consumo en general y al de las drogas en particular.

· Tener en cuenta el consumo de drogas que efectuamos delante de nuestros hijos, sean legales o ilegales. Los niños aprenden no sólo de lo que les decimos, sino fundamentalmente de lo que ven. Ha de existir coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

· Transmitirles valores como: la salud como un bien que hay que cuidar y mantener, responsabilidad ante sus actos, esfuerzo por conseguir las metas que se propongan, tolerancia y respeto hacia las opiniones y actitudes de los demás, participación y compromiso con la comunidad en la que viven, interés y solidaridad con los problemas del mundo que les rodea, etc.

· Facilitar la construcción y el desarrollo de su proyecto de vida autónomo, en el que aprendan a tomar decisiones por sí mismos progresivamente y conforme a su edad, asuman responsabilidades desde niños sobre las cosas que tienen más próximas y que les afectan, sepan decir "no" ante comportamientos que no deseen hacer y en los que se sientan presionados por su entorno, mediten las consecuencias de cada decisión que adopten en su vida y se enfrenten a sus problemas responsablemente, sin intentar ocultarlos o evadirse de ellos.

· Proporcionar unas normas, unas pautas de comportamiento y unos límites claros y constantes que, a ser posible, hayan sido razonados previamente con los hijos.

· Enseñarles a soportar las frustraciones y a saber controlar sus deseos inmediatos, no dándoles todos los caprichos.

· Compartir actividades con ellos en nuestro tiempo libre, enseñarles a divertirse, despertar y desarrollar en ellos desde pequeños inquietudes culturales, deportivas, de conocimiento y valoración de la naturaleza, aficiones, etc. y fomentar el contacto con asociaciones juveniles, grupos deportivos, ecologistas, etc.

· Potenciar su autoestima, ayudarles a quererse y respetarse a sí mismos, aceptarles tal y como son, valorando sus logros y sus esfuerzos y no sólo resaltando sus limitaciones o sus fallos.

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